lunes, 13 de agosto de 2007

CURIOSIDAD


La vida es una curiosidad constante tanto más si se es niño.Perdemos la inocencia con la juventud y de adultos perdemos la memoria. Cinco años, cara y ojos de plato. Preguntas y más preguntas e insatisfacción constante. Prontas respuestas de fallido razonamiento. Y por qué y por qué y por qué....

Le gustaba el sonido de la radio, las voces saliendo de la pequeña caja...

-¿Donde están los hombres papá? ¿Donde? ¡En esa caja no caben es muy pequeñita! ¡Déjame verlos!

-Si. Si, ahí están. Son muy pequeñitos pero están ahí.

Se iba al trabajo y el niño, en tanto, le daba vueltas a la caja. Adentro tubos y cables. Giraba un botón y adentro se encendían múltiples lucesitas.

Regresaba del trabajo y el niño insistía.

-¿Papá donde están? ¿ Donde están los hombrecillos?

Una tarde cansado de darle vueltas a la caja, decidió buscar a los hombrecitos hasta encontrarlos. Desmonto tubo por tubo, pieza a pieza. Nada. No encontraba nada. Martillo en mano lo deshizo todo. No estaban. Todo rodaba por el piso ante su desconcierto. Aun se preguntaba, ¿Donde estaban?...

Su padre regreso al atardecer. La radio por el suelo hecha pedazos. La cara se le puso blanca de la ira y luego de un rojo intenso. Miro fijamente al niño sin proferir palabra. Miraba la radio y luego al niño. Silencio. Se encamino al sofá, se arrellano en él, se meso los cabellos, miro la radio, miro al niño, se sonrió y resignado pidió una taza de café.







No hay comentarios: